La sostenibilidad se ha convertido en un factor clave para los compradores de viviendas. Los edificios verdes no solo benefician al medio ambiente, sino que también reducen los costos de operación a largo plazo. La demanda de viviendas sostenibles está en aumento, lo que está impulsando a la industria a adoptar prácticas más ecológicas, como la eficiencia energética y el uso de materiales sostenibles.